UTILIDAD DE LA REACCION EN CADENA DE LA POLIMERASA (PCR) EN EL DIAGNÓSTICO DE LA TUBERCULOSIS


Víctor Hugo Espín-Villacrés. Unidad de Citogenética Humana, Centro de Biomedicina, Universidad Central del Ecuador - Quito.


Los métodos tradicionales de detección  microbiológica  incluyen tinción e identificación visual; cultivo  y  reconocimiento de determinantes antigénicos relacionados con la respuesta inmune  (Producción de anticuerpos). Sin embargo la visualización directa y los cultivos no son siempre posibles. Estas técnicas también podrían ser muy largas y complejas dependiendo del microorganismo a estudiarse. Anticuerpos o isoenzimas utilizadas para la detección podrían estar limitadas a cierta etapa del ciclo de vida del patógeno o a la capacidad del huésped para desarrollar anticuerpos, además que reacciones cruzadas por infecciones previas y vacunaciones podrían ocasionar resultados falsos positivos.
Esta es la razón por la que la detección de microorganismos podría ser complementada o inclusive en un futuro ser reemplazada por la detección de secuencias específicas de ADN/ARN a través de las técnicas de hibridación de ácidos nucleicos o su amplificación por la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).
El diagnóstico de tuberculosis ilustra claramente las dificultades del diagnóstico "convencional" de una enfermedad infecciosa . Aunque la tinción de Zielh-Neelsen (BAAR) es rápida, barata y simple de realizar, esta no permite distinguir el Mycobacterium tuberculosis de otras micobacterias atípicas. Además que tanto su sensibilidad como su especificidad no alcanzan niveles óptimos debido a que se precisa grandes cantidades de microorganismos (104/ml)  para poder ser detectado. Estas cifras no son alcanzables en muchos especímenes clínicos, fundamentalmente líquidos orgánicos originalmente estériles.
Cerca de un tercio de la población mundial está infectada por Mycobacterium tuberculosis. La gran mayoría de personas afectadas son habitantes de países del tercer mundo por razones de pobreza, hacinamiento y desnutrición. Se calcula que hay 30 millones de casos de tuberculosis activa en el mundo. La magnitud del problema global es enorme y según estimaciones recientes, durante el decenio 1990-1999 se producirán  aproximadamente 90 millones de nuevos casos en todo el mundo.
En la población adulta , la tuberculosis representa en todo el mundo la principal causa de muerte por un agente infeccioso único. En 1990  fallecieron  1.9 millones  de afectados        (excluyendo pacientes  VIH positivos)  y en el caso de que el control de la tuberculosis siga al mismo nivel se espera que hasta el año 2.000 fallezcan 30 millones de personas por esta enfermedad .
Experiencias utilizando la PCR en esputo para el diagnóstico de tuberculosis han sido ampliamente utilizadas con resultados satisfactorios. Igual cosa se ha dado con otros fluídos corporales como líquido pleural, orina, sangre y líquido cefalorraquídeo.

 

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