mutados. Se amplificó un fragmento del primer exon del gen c-K-ras. Un ml del producto amplificado se reamplificó siguiendo la técnica de la PCR anidada con los oligonucleótidos cebadores mutados.  El oligonucleótido superior crea un nuevo sitio de restricción para la enzima HphI [GGTGA], que servirá como control interno de la digestión enzimática. El oligonucleótido iniciador inferior, al cambiar la segunda base del codon 13 (G®A), crea un nuevo sitio de restricción para HphI que se perderá siempre que ocurra una mutación en las dos primeras bases del codon 12.


RESULTADOS
Examen citológico de la extensión en fresco y del bloque celular: Sólo en 2 de los 77 casos el examen citológico consideró la muestra no valorable. Sin embargo, la citología no siempre proporcionó un diagnóstico cierto. En 12 ocasiones el dictamen fue sugestivo de presencia de células malignas y el patólogo solicitó una nueva muestra. En 11 de estos 12 casos sospechosos el diagnóstico clínico final fue carcinoma ductal de páncreas.
Detección de mutaciones en el gen c-K-ras en punciones aspiraciones biopsia de masas pancreáticas: El análisis de la mutación sólo se ha realizado en ADN extraído del bloque celular. En 12 casos (15%) no fue posible obtener amplificación del ADN extraído de los bloques.
La mutación en el gen c-K-ras se detectó en 36 de los 65 (58%) bloques celulares provenientes de pacientes con CP y en ninguno de los 12 pacientes con patología benigna analizados. De los 42 bloques celulares con células malignas, sólo 35 contenían ADN amplificable. 25 de los 34 (75,3%) bloques evaluables contenían el alelo mutado. De los 9 bloques con células sospechosas, todos se amplificaron y sólo 6 (66,6%) eran positivos por la mutación. La mutación se detectó en el 50% de los bloques con células benignas y no valorables citológicamente en los que fue posible amplificar ADN.
Sensibilidad y especificidad de las técnicas: El examen citológico de la extensión y del bloque celular, sobre un total de 75 casos, presenta una sensibilidad del 67,1%, sin falsos positivos (Tabla I). La detección de las mutaciones posee una sensibilidad similar (65,4%), y tampoco aporta falsos positivos. La sensibilidad de los dos métodos combinados aumenta hasta el 80,3% y permite ofrecer un dictamen en todos los casos. La eficiencia diagnóstica, que valora de forma combinada sensibilidad y especificidad, es también superior (83%) al combinar las dos técnicas.
La detección de las mutaciones hubiera sido de utilidad en 10 casos (12,9%) (Tabla II). Estos 10 casos se dividen en tres grupos. Las 2 muestras en las que la extensión y el bloque no fueron valorables citológicamente contenían el oncogen c-K-ras mutado. De los 21 falsos negativos de la citología, la utilidad varía según el dictamen citológico. De los 12 casos etiquetados como sospechosos, 6 eran positivos para la mutación y se confirmó la existencia de células malignas. Finalmente de los 9 casos etiquetados como benignos, en 2 el análisis de las mutaciones detectó células neoplásicas.

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