ESTUDIOS MOLECULARES PARA EL DIAGNOSTICO DE FIBROSIS QUISTICA


César Paz y Miño, Ramiro Burgos,  Mercedes Del Pozo, Paola E. Leone. Laboratorio de Genética Molecular y Citogenética Humana, PUCE.

 

La Fibrosis Quística (FQ) es la enfermedad genética más frecuente en el grupo étnico caucásico, con una incidencia de 1 en 2.000 nacidos vivos. Tiene un patrón de herencia autosómico recesivo, y se calcula que existe una frecuencia de portadores de 1/22.

A nivel molecular esta enfermedad presenta una disfunción de la proteína CFTR (Regulador de la Conductancia Transmembrana de la Fibrosis Quística), cuya función principal es la de formar un canal de cloro regulado por AMP cíclico a través de la membrana celular; esta proteína está codificada por el gen FQ, ubicado en el cromosoma 7, que tiene una longitud de 250 Kb, y posee 27 exones. El mal funcionamiento de la proteína CFTR produce una enfermedad generalizada en el individuo que se caracteriza por graves alteraciones de la función pancreática, infecciones bacterianas masivas en el tracto respiratorio y nivel elevado de electrolitos en el sudor, por lo que la esperanza de vida de los enfermos no sobrepasa los 30 años.

Se conocen hasta el momento más de 700 mutaciones del gen FQ, pero la más frecuente en la raza caucásica es la denominada Delta F508 (DF508) que consiste en la deleción de tres nucleótidos (CTT) a nivel del exón 10, que da como resultado la pérdida de una fenilalanina en la posición 508 de la proteína.

Las técnicas actuales de genética molecular permiten una detección  precisa de la DF508, así como de otras mutaciones frecuentes del gen FQ. Utilizando la tecnología de la PCR se puede amplificar el segmento, del exón 10, en el que ocurre esta mutación, y posteriormente detectarla mediante electroforesis en gel de acrilamida.

Otras mutaciones frecuentes del gen FQ son fácilmente detectables por técnicas de hibridación con sondas aleloespecíficas (ASO) en una técnica llamada Dot Blot Reverso. La hibridación se realiza después de amplificar múltiples exones por PCR.

En el inicio de nuestra investigación hemos analizado a cinco individuos diagnosticados con Fibrosis Quística, de los cuales tres presentan la mutación DF508. Esto supone la existencia de mutaciones diferentes en el gen FQ de los otros dos individuos. Estos resultados constituyen los primeros reportes de la detección de las mutaciones responsables de la Fibrosis Quística en la población ecuatoriana.

Actualmente, con estos métodos, es posible el diagnóstico prenatal de la FQ y la confirmación de individuos heterocigotos. Por otra parte, la terapia génica apunta al desarrollo de un tratamiento eficaz que consistiría en la inserción del gen normal en el genoma de las células del tracto respiratorio mediante la utilización de vectores como adenovirus y retrovirus.

 

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